Bloque IV: El Colonialismo y el Virreinato de la Nueva España

 El Colonialismo y el Virreeinato de la Nueva España  

Consumada la caída del imperio azteca a manos de Hernán Cortés y enfrentados los españoles a la inmensidad de sus nuevos dominios, en 1535 fue establecido el virreinato de Nueva España. Su territorio abarcó una gran extensión cuyo centro natural sería el valle de México. Sobre los cimientos de la monumental Tenochtitlan se erigió la ciudad de México, sede de la corte virreinal durante todo el período colonial. El primer virrey fue don Antonio de Mendoza, conde de Tendilla.



 Proceso de Colonización (siglos XVI y XVII)

La colonización española fue la expansión del Imperio Español en búsqueda de nuevos territorios y recursos en distintas regiones de América, África, Asia y Oceanía. Ese fue el camino que muchas otras naciones de Europa siguieron en el período histórico comprendido entre el siglo XVI y el XIX, emprendiendo un proceso de colonización.


Así, el Imperio Español llegó a ser uno de los más vastos del mundo (“el Imperio en el que no se ponía el sol”), con una superficie total de 20 millones de kilómetros cuadrados en el siglo XVIII.

La expansión imperial y el colonialismo eran un fenómeno usual en la Europa del fin del Medioevo y la Edad Moderna. En el caso de España, dio sus primeros pasos tras la unificación de la nación y en fin de la reconquista de los territorios ocupados por los moros, ambas cosas en el siglo XV.

No contentos con expulsar a los musulmanes de sus tierras, los españoles continuaron expandiéndose sobre el África mediterránea (Orán, Túnez, Argelia) al menos hasta el reinado de Carlos de Austria (Carlos I de España), quien prefirió centrar sus esfuerzos en la recién descubierta América.

Durante los tiempos posteriores, España controló una inmensa porción de los territorios americanos, junto a las Islas Filipinas, sus inmediaciones y algunas regiones puntuales de África. Sin embargo, las colonias españolas en el mundo no duraron demasiado. Fueron cedidas a otras potencias de mayor capacidad militar, negociadas como parte de pago de deudas, o finalmente perdidas mediante cruentas guerras de independencia en el siglo XIX.

Si quieres tener un concepto mas claro te sugerimos ver el siguiente video:


Expanción Territorial 

Territorios Colonizados por España en su maximo punto:

En África:

  • -El protectorado de Marruecos: conformado por dos regiones: la zona del Rif, que ocupaba las costas marroquíes mediterráneas de Melilla al Tánger, y la zona de Cabo Juby, que lindaba con el Sahara español y con Argelia.
  • -La colonia del Ifni: al sur de Marruecos, ocupada por España desde 1476, y que volvió a manos marroquíes en el siglo XX, tras la Guerra del Ifni.
  • -La colonia del Sahara Español: inicialmente conocida como Río de Oro, ubicada al noroeste del África Occidental Francesa, frente a las Islas Canarias.
  • -La Guinea Española: En el golfo de Guinea, actual Guinea Ecuatorial, sus límites estaban trazados en el Tratado de París de 1901, y abarcaba las islas de Fernando Poo, Annobón, Elobey y Corisco.
  • -Las Islas Canarias: única colonia española en África que aún conserva la nación europea, está compuesta por ocho islas: El Hierro, La Gomera, La Palma, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa, así como cinco islotes: Alegranza, Isla de Lobos, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste. Originalmente estaban pobladas por el pueblo de los guanches, y la conquista de este territorio culminó en 1496.
  • -Ceuta: ciudad española ubicada en la península Tingitana, en la orilla africana del estrecho de Gibraltar. Fundada por los fenicios en el siglo VIII a. C., pasó a ser parte de la Corona Española en 1580. 


En Asia y Oceanía:

  • -El archipiélago filipino: conquistado por España en 1565, cuando se estableció la Capitanía General de las Filipinas, de la que formaban parte también el archipiélago de Palaos, las islas Carolinas, las islas Marshall, las islas Marianas y las islas Gilbert. Todo pasó a formar parte de las “Indias Occidentales Españolas”, pero la evangelización y población española comenzó a darse realmente a mediados del siglo XVII.
  • -La isla de Nueva Guinea: especialmente en la península de Doberai, actual Papúa Nueva Guinea.
  • -El protectorado de Camboya: cedido a España por los portugueses en 1597, fue brevemente manejado por el imperio, acabó devuelto a Portugal en 1599.
  • -Otros asentamientos en la región: Específicamente en Indochina, Macao, Malaca, Goa, Indonesia y Nagasaki, heredadas del imperio portugués y perdidas posteriormente, cuando la unión ibérica se disolvió.
  • En América:
  • -El Virreinato de Nueva España: Fundado en 1519 tras la derrota y conquista de los aztecas y de las demás naciones aborígenes mesoamericanas y aridoamericanas, abarcó los territorios actuales de México y las provincias estadounidenses de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Utah, Florida, Nevada, y parte de Colorado, Wyoming, Colorado, Kansas y Oklahoma.
  • -La Capitanía General de Guatemala: que comprendía los territorios de los actuales países de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica y el estado mexicano de Chiapas.
  • -La Luisiana española: cedida a España por Francia en 1762 y conservada hasta 1801, abarcaba los actuales territorios estadounidenses de Luisiana, Arkansas, Oklahoma, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Wyoming, Idaho, Montana, Minnesota, Misuri y Iowa.
  • -La Capitanía General de Venezuela: que abarcaba los territorios de los actuales países de Venezuela, Guyana, Trinidad y Tobago, y parte de Colombia.
  • -El Virreinato de Nueva Granada, uno de los últimos en crearse, abarcaba los territorios actuales de Colombia, Panamá y Ecuador.
  • -El Virreinato del Perú: fundado tras la derrota del Tahuantinsuyo incaico (Imperio incaico) en 1542, abarcaba los territorios de los actuales estados del Perú, Bolivia, Chile y parte de Brasil. Antes de la creación del Virreinato de Nueva Granada en 1717, también formaban parte de él Colombia, Panamá y Ecuador.
  • -El Virreinato del Río de la Plata: limitando con la Patagonia aborigen que jamás fue controlada por España, este virreinato fue el último en crearse en 1777, y abarcaba los territorios actuales de Argentina, Paraguay, Uruguay y parte de Bolivia.
  • -La Capitanía General de Chile: originalmente llamada Nueva Extremadura, abarcaba el núcleo del actual territorio chileno, pues la mitad sur del país estuvo en manos de los pueblos mapuches hasta el siglo XIX.
  • -Territorios insulares caribeños: como las actuales Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Bahamas (hasta 1670), Antigua y Barbuda (hasta 1632), Trinidad y Tobago, Granada (hasta 1674), Jamaica (hasta 1655), San Cristóbal y Nieves, Dominica (hasta 1783), Barbados (hasta 1624) y Santa Lucía (hasta 1654).


Evangelismo

La evangelización de México en el siglo XVI fue un proceso donde los misioneros religiosos implantaron el catolicismo y la cultura occidental sobre los mexicas, y los demás pueblos indígenas del territorio, tras la caída del Imperio mexica. El proceso se inició en el siglo XVI y se fue extendiendo por el territorio al que llamaron Virreinato de Nueva España conforme iban haciéndose con el control de las tierras indígenas a lo largo de los años.

Los religiosos justificaron la conquista territorial iniciada por Cortés como un deber divino de expandir la palabra de Dios. Sin embargo, tal y como podrás comprobar, no fue una tarea fácil y la cristianización de los indígenas se extendió a lo largo de los siglos.



Caracterización del Virreinato ( Siglo XVIII) 

El Virreinato de la Nueva España (1535-1821) fue una entidad territorial integrante del imperio español, que se desarrolló durante los siglos XVI al XIX, fue creado después de la conquista y abarcó territorios de Norteamérica (parte de Estados Unidos y México) de Centroamérica, Asia y Oceanía. Durante los tres siglos de colonización española gobernaron el imperio dos familias reales: la de los Habsburgo y la de los Borbón y a la Nueva España 63 virreyes todos provenientes de la alta nobleza castellana.

El gobierno de la Nueva España fue una organización amplia y compleja, formada por diversos organismos que llegaban hasta las más pequeñas localidades novohispanas. Durante la etapa colonial, el Rey de España fue la principal autoridad, con un poder absoluto, su voluntad no tenía límites legales y constituía una ley suprema. Los reyes gobernaron México, desde España, basándose en los informes que recibían y delegaron su autoridad en instituciones que actuaban en su nombre.

La institución que le seguía al Rey en el gobierno de las colonias americanas, fue el Real y Supremo Consejo de Indias, integrado por un grupo de ministros nombrados por el rey, sus funciones abarcaban toda clase de asuntos, administrativos, financieros y eclesiásticos, sus decisiones, sentencias, leyes y acuerdos, representaban la voluntad real. El Consejo creó la estructura legal y jurídica de la Nueva España sustentada en cedulas y ordenes decretadas por los reyes españoles para sus colonias, con el nombre de Leyes de Indias (1542).



Organización Politica y Social


Economia en el Virreinato 

La economía del Virreinato de Nueva España, así como en el resto de la colonia hispana en América, era de tipo extractivista, centrada en la explotación de minerales preciosos (plata, sobre todo), la agricultura (maíz, cacao y otros productos típicos de la cultura mesoamericana, así como vides y olivos introducidas por los colonizadores).

Además, la ganadería fue introducida por los europeos, y se practicaba el comercio, aunque esta última actividad fue la que contó con mayores restricciones y controles por parte de la metrópoli europea.

Muchas de las actividades económicas novohispanas exigieron la incorporación de mano de obra esclava de África, debido a la drástica reducción demográfica de los pueblos aborígenes americanos causada por la guerra de conquista y a las enfermedades introducidas por los colonos europeos.

La minería tuvo su época dorada en el siglo XVII, y tuvo un importante protagonista en la mina de la Valenciana, en Guanajuato. Por otro lado, el puerto de Veracruz fue el principal centro de comercio del virreinato en el océano Atlántico, y el puerto de Acapulco en el océano Pacífico.



El Sincretismo Cultural 

Se trata de un vídeo sobre el sincretismo en la "Nueva España". La noción de sincretismo apareció gracias a « la historia de las religiones » durante el siglo XVI. Es un proceso de interacción entre las culturas. Después del descubrimiento del Nuevo Mundo, hubo un proceso de transculturación en las Antillas y luego sobre el continente.

Las divinidades prehispánicas han sido reemplazadas por imágenes religiosas usadas para la evangelización. Los indígenas se inspiran pues en imágenes y estilo cristianos para hacerlo la expresión de su nueva fe. Los Amerindios se convierten al cristianismo pero sin olvidar por ello sus ritos antiguos. Por eso nuevas interpretaciones han sido plasmadas en el culto de los santos y en las fiestas religiosas.

El sincretismo está considerado como una característica de la identidad mexicana y como una forma de resistencia a la colonización. Pero los estudios históricos probaron que nada era puro dado que todos ellos (tanto los españoles como los indígenas) tenían una historia larga hecha de mezclas. El sincretismo definiría entonces a la sociedad mexicana


Las Reformas Borbónicas y sus Repercusiones Historicas

El siglo XVIII se inició́ con un conflicto sucesorio de la Corona española donde, entre 1701 y 1713, se enfrentaron la Casa de Borbón y la Casa de Austria por la herencia de Carlos II. Esta pugna de poderes cesó en 1713 con la subida al trono español de Felipe V, debido al reconocimiento internacional de su acceso al trono español por la paz de Utrecht. A partir de entonces, se inició una etapa de cambios y transformaciones a través de la implantación gradual de una serie de planes y proyectos en las distintas esferas del imperio hispánico a lo largo del siglo XVIII. Este proyecto de reorganización política y económica no pretendía transformar completamente el orden estamental vigente sino mejorarlo para un mejor gobierno y una mejor administración de sus dilatados dominios.

Los actores de este reformismo borbónico buscaban renovar el aparato estatal a través de una burocracia centralizada, que emanara de Madrid, para restaurar el prestigio y la influencia de la monarquía. Y, para ello, ambicionaban establecer un mayor control político, comercial y administrativo dentro del imperio. La mayoría de los autores coinciden en señalar dos etapas: una inicial de cambios moderados, originados a comienzos del siglo XVIII, coincidiendo con los reinados de Felipe V y Fernando VI, que sentaron las bases para la fase posterior, bajo el reinado de Carlos III, mucho más intensa y ambiciosa.

El impulso a las reformas se produjo a partir de 1763. Esto es debido a que los desastrosos resultados de la Guerra de los Siete Años, sobre todo a partir de 1762 con la toma de Manila y La Habana por los ingleses y en 1763 con la Paz de París, impulsaron la necesidad de reformas. Esto se debe a que la monarquía adquirió conciencia de la importancia estratégica de las colonias americanas, principalmente del Caribe, amenazadas por las potencias extranjeras que las acechaban continuamente y mermaban el intento de control que pretendía la Corona sobre ellas, causando obstáculos y peligros a través del contrabando y de los conflictos bélicos. Por estas razones se planteó instaurar un sólido plan de cambios que estabilizara y fortaleciera su dominio en las Indias.

Las reformas buscaban mejorar las estructuras económica, administrativa, educativa, judicial y militar de sus estados para aumentar el poder de la monarquía. No obstante, estos proyectos reformistas tuvieron versiones propias y diferentes en cada espacio geográfico de la Monarquía Hispánica ya que suponía un ámbito compuesto de múltiples y diversas sociedades con rasgos propios y dinámicas peculiares.

Las medidas económicas se centraron en aumentar los impuestos y controlar las tasas aduaneras, implantar un proteccionismo en el sector manufacturero que favoreciera la creación de manufacturas reales (como las Reales Fábricas de Tapices, Cristales, etc.), aplicar estímulos que favorecieran el desenvolvimiento de la agricultura y la minería, y liberar a la actividad productiva de ciertas trabas que entorpecían su desarrollo como la liberación del comercio de granos en la Península 1765 o la promulgación sistema del libre comercio entre distintos puertos americanos y españoles iniciado con la publicación del Decreto de Libre Comercio en 1765 y culminado con el Reglamento y aranceles reales para el comercio libre de 1778. Esto supuso un crecimiento del comercio colonial donde ciudades andaluzas gozaban de gran relevancia, como era el caso de Cádiz, donde se había trasladado la Casa de la Contratación y el Consulado desde Sevilla a esta ciudad en 1717, que siguió manteniendo bajo su control la mayor parte del tráfico ultramarino.









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